EL PODER DEL 1%
CONCEPTO EDUCATIVO DE SENSIBILIZACION AMBIENTAL PARA LA POBLACION EN GENERAL
por Laura Lang Patiño (Costa Rica), ingeniera agrónoma y MBA, especialista en Medio Ambiente, Directora del “Programa de Aliados Cambio Climatico (ACC)”
Antecedentes
Si bien la causa de nuestros problemas ambientales son múltiples, resalta a la vista tres temas claves como los principales obstáculos que no han contribuido a nuestro desarrollo armonioso con la naturaleza:
Nuestras malas costumbres.
La falta de consciencia.
La estructura económica en general, que no internalizó monetariamente el impacto ambiental de las actividades humanas, favoreciendo por sobre manera la reducción de costos productivos y dejando a la filantropía y a la caridad como las encargadas de la solución de las principales problemáticas sociales y ambientales.
Como consecuencia, nos enfrentamos a una realidad cotidiana donde la responsabilidad ambiental fue delegada a “alguien más”, donde tenemos una naturaleza muy contaminada (ríos, mares, suelo y atmósfera) y nos encontramos con una barrera presupuestaria en la mayoría de las empresas y organizaciones, que han sido diseñadas para respetar el valor social del “menor costo”.
Descripción del Poder del 1%
El Poder del 1% significa invertir el 1% de su presupuesto o su tiempo a favor de la naturaleza. Es decir:
Que las personas y organizaciones empleen el 1% de sus presupuestos para invertir conscientemente en la adquisición de productos que son amigables al ambiente o en servicios que van a mejorar su desempeño ambiental
O que las personas y empresas donen el 1% de su tiempo anual (3.5 días) para apoyar a una causa o hacer una labor en pro del ambiente (un país con 2 millones de habitantes activos, tendría un potencial de 56 millones de horas-voluntario).
O que las personas y empresas hagan al menos un esfuerzo mínimo en cambiar por hábitos más amigables con la naturaleza, reduciendo en 1% el uso de materiales contaminantes (ej. bolsas plásticas).
El Poder del 1% es un concepto que genera acción y da poder a cada persona u organización para mejorar su entorno. El meollo del concepto es que todos empecemos a actuar conscientemente partiendo de un esfuerzo pequeño, accesible a todas las personas, que dará como resultado una sumatoria de acciones significativa.
Si cada persona, familia, empresa, organización o entidad estatal, invierte el 1% de su presupuesto en apoyar conscientemente las actividades productivas y de servicios que estén trabajando a favor del ambiente (ej: producción orgánica, tecnología eficiente energéticamente, productos reciclados, biodegradables o provenientes de recursos renovables, programas de recuperación de cuencas, educación ambiental, reforestación, etc), se le daría impulso a un sector emergente en el país, con todos los beneficios que de esto se derivaría: nuevas fuentes de empleo, incentivo a la innovación y creatividad, entre otros, que iría forjando con el impulso de una economía verde, la nueva sociedad que necesitamos urgentemente.