CAMBIO CLIMATICO: UNA SERIA AMENAZA MUNDIAL
por Laura Lang Patiño (Costa Rica), ingeniera agrónoma y MBA, especialista en Medio Ambiente, también Directora del “Programa de Aliados Cambio Climatico (ACC)”
Las pruebas científicas son hoy día incuestionables: el cambio climático constituye una seria amenaza mundial, que exige urgentemente una respuesta asimismo mundial. Si bien es cierto que nadie puede predecir con total certeza las consecuencias del cambio climático, sí que contamos con suficientes conocimientos para percatarnos de los riesgos (Stern, 2007).
El cambio climático constituye una amenaza contra los elementos básicos de la vida humana en distintas partes del mundo: acceso a suministro de agua, producción de alimentos, salud, uso de las tierras y medio ambiente.
Esto es particularmente inquietante pues el cambio climático tiene efectos sobre la pobreza y el desarrollo. Según el Departamento de Finanzas Públicas del FMI, los pronósticos de modelos informáticos hacen pensar que es probable que aumente la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos (precipitación abundante y variable, ondas de calor, mayores sequías, mareas de tormenta costeras, ciclones e inundaciones) y que se sienta un creciente impacto económico, de manera similar a las crisis económicas externas.
Igualmente importante son los enormes cambios que los seres humanos han hecho al paisaje, las cuencas fluviales y los océanos del mundo, bloqueando las opciones de supervivencia previamente disponibles para especies que ya estaban bajo la presión de un clima cambiante. Asimismo hay otros factores inducidos por el hombre: la contaminación proveniente de los nutrientes, como el nitrógeno, la introducción de especies exóticas invasoras y la captura excesiva de animales silvestres, mediante la caza o la pesca, que pueden reducir la resistencia de los ecosistemas y, por lo tanto, la probabilidad de su natural adaptación al cambio climático. Esto tiene importantes consecuencias, no sólo para la variedad de vida en nuestro planeta, sino también para el sustento del hombre en todo el mundo (Convenio sobre la Diversidad Biológica, PNUMA, 2007).
En otras palabras, según Bernardo Toro, Asesor de la Fundación Avina, los factores que actualmente ponen en riesgo nuestra supervivencia como especie son:
• El cambio climático (calentamiento global)
• La disponibilidad y uso del agua
• El tipo de consumo de energía
• La disponibilidad de alimentos (hambre)
• Los limites y deterioro del territorio
Para Toro (2011), poder preveer, prevenir y controlar el riesgo de autodestrucción de la especie humana y fortalecer nuestro relacionamiento y autopercepción como una sola especie que se comporta como una familia humana requiere de un nuevo orden ético, donde uno de los principales valores es SABER CUIDAR.
El aprendizaje fundamental es que el cuidado no es una opción: APRENDEMOS A CUIDAR O PERECEMOS. El cuidado asume una doble función de prevención de daños futuros y regeneración de daños pasados (Leonardo Boff).
Para el caso de Costa Rica, según Ocliver Rojas de Mideplan, se han registrado y evaluado eventos extremos mayores asociados a fenómenos climáticos entre 1998 y 2009. Según el estudio realizado por la Unidad de Inversiones Públicas de Mideplan, Costa Rica es afectada por recurrentes fenómenos estacionales e hidrometereológicos, lo cual presentó pérdidas por un total de 1.823,3 millones de dólares constantes de 2006, de acuerdo a la documentación revisada, en el período 1988-2009. Del total, el 99,85% corresponde a daños provocados por fenómenos naturales.
El mayor número de tipos de eventos que han provocado daños importantes a lo largo del período 1988-2009, lo conforman los hidrometeorológicos con 34 eventos (82,9%), entre los cuales 32 corresponden a exceso de precipitación y 2 a déficit de precipitación o sequía. Los sismos con potencial destructor ocurridos durante el período de estudio son cinco y representan el 12,2% de los eventos del período.
Las pérdidas promedio representan un 0,83% del Producto Interno Bruto (PIB) durante el período 2005-2009. Los años que presentan las mayores pérdidas con respecto al PIB son el 2007 y el 2009 con 1,09% y 1,86% respectivamente.
Bajo dicho contexto, deben de considerarse medidas de adaptación y prevención en razón de modificar de manera significativa el resultado final. No hay duda alguna de que los efectos e impactos del cambio climático son relevantes para la Región Centroamericana y que requieren de acciones nacionales y regionales urgentes.
Según el estudio de la CEPAL “Economía del Cambio Climático en Centroamérica”, la región es una de las más vulnerables al cambio climático y enfrenta triple reto: 1. resolver los factores que han generado el alto nivel de vulnerabilidad socioeconómica y ambiental, 2. enfrentar los nuevos desafíos de adaptación a los cambios climáticos ya evidentes y 3. Transitar a economías más sostenibles y bajas en emisiones de carbono.
Debe considerarse desde ahora al ambiente como una necesidad para el desarrollo de la salud, la economía y la educación, pero no lo hemos considerado de esta manera como costarricenses, porque no hemos carecido en el pasado del beneficio de un ambiente saludable.
De manera concreta, considerando la situación urgente de actuar frente al cambio climático y buscando una manera práctica e innovadora de abordar el problema, El Programa Aliados Cambio Climático creó la herramienta del Sello Ecológico para los Vehículos, donde se cuenta con una estrategia que busca hacer una fusión de tres beneficios importantes: el ambiental, el económico a quienes compren el sello ecológico y la imagen corporativa de las empresas.
El Programa Aliados Cambio Climático (ACC), es una iniciativa privada que nace en mayo del 2007, a partir de la preocupación por el impacto ambiental, económico y social que están causando los fenómenos naturales producto del cambio climático alrededor del mundo.
En los últimos años, el Programa ACC se ha venido convirtiendo en una plataforma de articulación público-privada, que también busca apoyar en la integración de la ciudad con el campo, la tecnología con la ecología y a la publicidad y el mercadeo con el medio ambiente, con el fin de apoyar en la construcción de una sociedad más balanceada e invertir concretamente en el tema de adaptación al cambio climático. En otras palabras, intentar incidir en el “enverdecimiento” de la economía, pues es, a través de la inversión directa de las empresas y personas, que se logrará apoyar para que el sector ambiental haga la transición de depender fundamentalmente del mundo filantrópico o caritativo, para convertirse en un sector más de la sociedad que requiere de inversión e innovación para generar nuevas fuentes de desarrollo, proteger, conservar y hacer un buen manejo de los recursos naturales, empleo, mejorar las condiciones de salud y una mayor equidad social.
En razón de lo anterior, y como parte de la articulación público-privada del Programa ACC, se procedió a conformar una alianza con participación del sector público y representada por el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, el Instituto Costarricense de Electricidad, el Banco de Costa Rica y la Universidad Nacional, y por parte del sector privado se encuentra la Asociación GS UNO Costa Rica y la Fundación ACC. Dicha alianza se realizó con el propósito de definir e implementar una estrategia para mejorar las condiciones medio ambientales actuales, esto mediante la disposición de un distintivo de calcomanía ecológica para ser utilizado en vehículos, motos u otro medio de transporte. Los recursos obtenidos por la venta del sello, será utilizado como inversión a favor de la naturaleza, en donde se retribuirá a esta misma, lo que ha perdido o le ha sido tomado por las inadecuadas formas de manejo de los recursos naturales por parte del Ser Humano.